Hoy se recibió un correo electrónico de un ciudadano panameño en el que hace
comentarios políticos sobre algunos temas de la actualidad nacional. A continuación reproduzco sus comentarios y
la respuesta de Palabra Justa a cada uno de ellos.
1) En las últimas
semanas, los panameños hemos visto, como se ha desatado una febril actividad en
los medios de comunicación, mediante los cuales, el gobierno, con el
dinero que debería emplear en mejorar
los servicios públicos y sociales, está sufragando propaganda para imponer un
criterio sobre actos solo de importancia política partidista y lograr incrementar su popularidad como si nos
encontráramos en pleno proceso electoral.
Por su parte algunos personeros de la oposición también hacen lo
suyo. A estas actuaciones se les ha denominado campañas sucias o
campañas negativas.
Palabra Justa:
Sobretodo,
hay que ser objetivos. En realidad, la
cosa es al revés. La oposición
(entiéndase PRD y algunos miembros distinguidos y conspícuos de la llamada Sociedad Civil), a la que luego se ha sumado un pequeño grupo de los
panameñistas (muchos panameñistas de verdad no están de acuerdo en hacer
alianza con el partido que defendía los intereses de los dictadores), no ha
cesado en atacar, cuestionar y tratar de bloquear cualquier iniciativa del
actual gobierno desde los inicios de la gestión del Presidente Martinelli. El gobierno de turno lo que ha hecho es
reaccionar a los ataques y organizar un equipo de especialistas para que
difunda lo que está haciendo este gobierno por Panamá (que en solo tres años de
gestión ha logrado avances impresionantes) y trate de neutralizar los tsunamis
de propaganda negativa de la oposición que intenta manipular la opinión pública
creando una percepción negativa del gobierno liderizado por el Presidente
Martinelli. Son prácticas y estrategias
ya bien conocidas por todos los panameños.
Se recuerda muy bien, como si fuera hoy, cuando durante la dictadura militar
se ofrecía combustible para los vehículos de los funcionarios y comida, con
fondos del Estado, para que los servidores públicos fueran a las caravanas o
manifestaciones públicas organizadas por el partido oficialista, que era el
único partido político vigente entonces.
También se recuerda que, en ocasiones, se "solicitaba" a los
servidores públicos pagar los cubiertos de los comensales de algún agasajo o
convivio, por un monto entre B/. 20.00 y B/. 25.00, monto que deducían de
directamente de los salarios. Eran,
claramente, actividades de propaganda política del régimen, organizadas por los
que ahora quieren presentarse como los más honestos y verticales, como los más
puros de corazón.
2) Diariamente,
cuñas van y cuñas vienen especialmente
en los noticieros de los medios audiovisuales que no le son tan incondicionales
al gobierno, donde se muestran la obras que se están realizando y que tendremos
que pagar todos. Sospechosamente,
algunas veces esas cuñas silencian el espíritu investigativo e ciertos medios,
olvidándose por completo de los escándalos que han conmovido a la población en
los últimos meses.
Palabra Justa:
Principalmente
de los medios de comunicación masiva que adversan al Presidente Martinelli pues
él ha dejado en evidencia la mezquindad y la rapacidad de algunos ricos y poderosos
(que también son dueños de los medios) que quieren seguir aprovechándose del
pueblo panameño y no pagar los impuestos que están obligados a pagar para
contribuir al avance y desarrollo de Panamá.
Esa es la rabia que le tienen al Presidente Martinelli y su equipo. Todos los panameños sabemos quienes pueden y
quienes no pueden justificar las fortunas que ahora poseen. Personas de origen humilde que, en tiempos de
la dictadura, ocuparon posiciones importantes y que ahora son multi
millonarios. Familias de prestigio,
abolengo y riqueza que se confabularon con la dictadura para proteger sus
intereses y acrecentar sus fortunas y que callaron ante los crímenes de lesa
humanidad cometidos y los desmanes al erario público. Ahora, como el actual gobierno quiere hacer
las cosas con justicia, se rebelan pues quieren seguir pescando en río revuelto
y el Sr. Martinelli es un obstáculo para sus malévolos planes. Es preferible un gobierno como el actual, que
invierta en la realización obras importantes para mejorar la calidad de vida y
el futuro del panameño común (con base en el cobro de impuestos y en préstamos
blandos), que un gobierno mediocre que no haga nada o casi nada por el país por
temor al qué dirán o gobiernos que se roben todo el dinero de las arcas
nacionales y se la pasen politiqueando con el doble discurso y enredando todo
para seguir "mamando de la teta".
3) Esa es la razón
por la que muchos medios de comunicación, escritos y audiovisuales han perdido
la credibilidad y el interés de la ciudadanía del que antes disfrutaban. Hoy en día son la internet y las redes
sociales, los que en realidad están informando y de allí el interés de las
autoridades de que con más de una excusa traten de “controlarlo”. No lo lograrán por más que lo pidan y den las
excusas que den. El problema no es de
identidad, el problema es de impunidad.
Palabra Justa:
Si,
especialmente de los medios controlados por la oposición, que son la mayoría,
con "periodistas" que desdicen de los principios de esa noble profesión,
cuando es ejercida con verdadera imparcialidad y verticalidad. Hoy día, lamentablemente, el dinero es el
dios de muchos en Panamá y hay un periodismo mercenario y amarillista que se
vende al mejor postor y que no conoce de idealismos ni de patriotismo ni de
justicia. Hay que decir las cosas con
claridad y dejarse de hipocresías o de tratar al panameño como si fuera
estúpido, pues no lo es. Hay quienes
quieren que el Sr. Martinelli no termine su período y prefieren que el país
retroceda social y espiritualmente, todo por sus egoístas y malditos
intereses. Pero se olvidan que arriba
hay un DIOS verdadero al que no se puede engañar y que -tarde o temprano- hará
justicia divina. Lo del Internet es otra
de las interpretaciones malintencionadas que hace la oposición al Presidente
Martinelli. Él dijo con claridad lo que
propone hacer y el objetivo que persigue. A buen entendedor, pocas palabras.
4) El órgano
judicial, por su parte está dándose banquete, admitiendo y procesando unas veces con celeridad meteórica y otras con vergonzosa lentitud, querellas
contra periodistas y contra cualquiera que tenga el valor para decir
algo que ofenda al papa, a su curia o a quienes viven de la cosa pública, en
este nuevo vaticano. Esas leyes sobre la
“calumnia y la injuria”, demuestran con toda certeza que no hemos evolucionado
en nada.
Palabra Justa:
Desde los tiempos de la dictadura en Panamá nunca hubo justicia para los
bandidos de cuello blanco, la gente que detenta el poder, el dinero y las
influencias. Sin embargo, todo se
acelera a favor cuando alguien de la clase privilegiada comete algún
ilícito. Eso lo sabemos todos los
panameños. Lo extraño es que ahora que
el Presidente Martinelli quiere hacer justicia y cobrar impuestos a los grandes
empresarios que no los pagan, la oposición lo acusa de abusador; ahora que
quiere dilucidar lo del caso CEMIS (Centro Multimodal, Industrial y de
Servicios) y deslindar responsabilidades, es un perseguidor; si se disculpa
públicamente reconociendo sus fallas humanas, también es criticado por los de la oposición pues ellos nunca fueron capaces de
hacerlo; si quiere hacer que los grandes y pequeños empresarios paguen el
salario mínimo (el más alto concedido en los últimos 5 a 6 lustros) a sus
empleados, es un dictador. La justicia
en Panamá solo es para los pobres, los de la clase media, los que no tienen
influencias. Peores aún son los que, por
dinero e intereses, quieren justificar lo injustificable. La justicia divina siempre llega...
5) Jamás llegaremos a ser parte ni siquiera del segundo mundo mientras
sigamos con esa mentalidad medieval
que quedó superada en la edad moderna.
Hablar algo que aun siendo verdad moleste a un gamonal de la política y
que dictó leyes para burlarse de la justicia, se asimila a la blasfemia con que se castigaba
a los herejes en la edad media: la excomunión y la hoguera.
Palabra Justa:
Esto es verdad, sea del lado del que se miren los
hechos. Se recuerda bien que, en la
dictadura, nadie osaba en decir la verdad abiertamente o ni siquiera en
criticar a los amos del país. Podía
perder el empleo, desaparecer o ser encarcelado, torturado y/o vejado en su
dignidad humana (hay miles de casos que documentan esto). Hoy tenemos un mandatario al que insultan con
toda clase de improperios a través de los medios y al que poco falta para que
le mienten a su digna madre y aun así
los de la oposición señalan, contradictoriamente, que no hay libertad de prensa
en Panamá. ¿En qué país creen ellos que
vivimos? ¿En el país de los tontos y
desmemoriados?
6) La política es
tan vieja como la humanidad, y no está limitada únicamente a instituciones
democráticas o gubernamentales. También es política la metodología usada para
convencer y engañar a una población, lo cual solo es posible gracias a lo que
conocemos como propaganda.
Etimológicamente propaganda proviene de propagar, tomada del participio
de futuro pasivo del verbo latino propagare que significa 'perpetuar,
acrecentar, extender', de modo que el significado literal sería "las cosas
que deben ser perpetuadas".
Palabra Justa:
Así
es, y gracias a Dios, el pueblo panameño ya está madurando y sabe distinguir
entre la demagogia barata utilizada como propaganda mal intencionada con el fin
de desprestigiar al gobierno de turno y apoderarse del poder para beneficio de
unos cuantos y lo que es un gobierno que quiere lo mejor para el pueblo
panameño y lo está demostrando con obras, no con palabrerías vacías, sin
contenido. Ese es, precisamente, el
miedo que le tienen a Martinelli y por eso temen la reelección y desean impedir
que termine su mandato popular pues eso es lo que siempre han hecho y es lo
único que saben hacer. Pero ya se les
acabaron los argumentos y han quedado desenmascarados...Martinelli está dejando
un legado político, con su estilo de gobernar, que será el comparador para las
gestiones gubernamentales futuras.
7) Es una forma de
comunicación que desde la antigüedad está dirigida a influir en la actitud de
una comunidad. Al contrario de lo que es el suministro de información
imparcial (noticias), la propaganda, presenta información para influir
directamente. Por lo general presenta a
menudo, hechos de forma selectiva y
puede llegar a mentir para fomentar un interés
particular. Utiliza los mensajes
para producir una respuesta más emocional que racional a la información
presentada. El objetivo deseado es
promover como resultado un cambio de la percepción del tema, incluyendo su importancia.
Palabra Justa:
Pareciera
que habla de la oposición actual, ellos son los expertos en estos temas y lo
demostraron durante 21 años, a través de los cuales se encargaron de los que se
les oponían ya fuera comprándolos, extraditándolos o desapareciéndolos (entre
los últimos: estudiantes, políticos, militares honorables o arrepentidos, curas
católicos). No es necesario mencionar
los nombres pues todos conocemos esas historias de horror... que todavía hoy
producen pesadillas. ¿Queremos eso
nuevamente para Panamá????
8) Bien podríamos
alegar que es un arma en la guerra política.
Lo que deploramos es que la propaganda del gobierno en nuestro
país, sirva para “ayudar” a los amigos y
tapar un escándalo administrativo, si ese dinero sale de nuestros impuestos y
contribuciones. Todos hemos visto la
forma intencional y sistemática de persuasión con la que personeros del
gobierno critican a oposición, la iglesia y a los grupos que no comparten su
forma de administrar la cosa pública.
Palabra Justa:
Qué
triste que se achaque a los gobiernos en democracia todas las salvajidades que
se hacían en tiempos de la dictadura militar que alguna vez fué calificada por
los mismos dictadores como una "dictadura con cariño". Eso jamás será olvidado. Da risa y dolor al mismo tiempo, la poca
calidad humana y el nulo patriotismo de algunos panameños que aún siguen
añorando esos infames tiempos de nuestra historia todavía reciente...
9) Que el gobierno
diga todo lo malo que sabe o son los diputados, alcaldes, representantes y
personeros de la oposición, nos parece excelente. Si han cometido actos delictivos, que los
denuncie y procese. No que les tuerza el brazo para que le den un voto que a
ellos les interesa o que se incorporen a su partido con nuevos adherentes. Es inadmisible que a través de la propaganda
siga enviando mensajes de amedrentamiento para lograr un consenso con quienes
se le oponen en lugar de sentarse a dialogar, y veamos el escandaloso
transfuguismo para evitar la acción de la justicia o coger su parte del pastel.
Palabra Justa:
Produce
risa la palabra "diálogo" según la utilizan algunos en la oposición
con fines aviesos. La reciente crisis de
los Ngäbe manipulados por la
oposición y otros grupos con intereses diversos demuestra hasta dónde son
capaces de llegar con sus deseos enfermizos de poder y dinero, por encima de
todo. Aprovecharse de la miseria humana
de esos indígenas es algo feo e indigno, por decir lo mínimo. Todos en Panamá saben quienes los controlan y
por qué. Mientras el gobierno actual
desea sacarlos de la miseria, la ignorancia y la falta de atención en que
siempre han estado sumidos, la oposición, que solo les ha dado soluciones
temporales que no han resuelto su situación histórica de pobreza y falta de
educación, los instó a la sedición. El
famoso diálogo fue una macabra burla diseñada para ganar tiempo y empeorar las
posibilidades del gobierno para resolver la crisis. Entonces, ¿quienes son los expertos en
manipulación, amedrentamiento, amañamiento???
10) Si
la oposición tiene elementos de juicio suficientes para denunciar a
funcionarios de la administración o al propio primer mandatario de actos
deplorables, que las presente, aun cuando presuman que ni la asamblea ni la corte suprema de
justicia harán nada para que se haga justicia. Muchas veces nadie sabe hacia
dónde salta la liebre. Eso demostrará al
pueblo que todo lo que hacen no es pura bulla, y no son meros bochinches como
los califica el presidente. Y mientras nuestro vicepresidente que estuvo metido
en la candela, no suelte la lengua, seguirá engrosando la lista de perdedores
por mas miembro que se haga de uno u otro frente.
Palabra Justa:
Si,
que lo hagan. Ojalá tuvieran las agallas
para hacerlo. Lo que pasa es que no se
atreven pues tienen una larguísima cola de paja y los que van a quedar presos
son ellos mismos. ¿En qué país vive
usted?
11) La
propaganda, cuando es utilizada de forma no ética, es un modo de desinformación
y censura, con frecuencia va acompañada
de distorsiones de los hechos y de llamamientos a la pasión y a los prejuicios,
a menudo es considerada como falsa o engañosa.
Aunque el mensaje contenga información verdadera, es posible que sea
incompleta, no contrastada y partidista, de forma que no ofrezca un cuadro
equilibrado de la opinión en cuestión, que es contemplada siempre en forma
asimétrica, subjetiva y emocional.
Palabra Justa:
¿Todavía
insiste usted en esto sabiendo muy bien quienes son los maestros en estas
artes? Lo que pasa es que ahora vivimos
en una verdadera democracia, aunque todavía imperfecta, y se encontraron con un
Presidente que no les teme y que les hace frente, cosa a la que no estaban
acostumbrados.
12) Y
es por ello que vamos a pedir a todos que dejemos la actitud hipócrita y acabemos con esta farsa. Ya sean campañas sucias o campañas negativas,
bienvenidas sean si con ello depuramos un poco, la cloaca donde estamos
sumergidos desde hace ya varios lustros. Ese es un cambio no prometido pero que
se hace justo y necesario plantear.
Palabra Justa:
Si,
en efecto, hay que madurar como sociedad y dejar de politiquear tanto y
trabajar unidos por Panamá. Dios nos
ayude a lograrlo. Hoy día Panamá es uno
de los países de más sólida economía en todo el Continente Americano. Las estadísticas del país son envidiables en
muchos aspectos, muy a pesar nuestro. El
gobierno actual hace denodados esfuerzos por impulsar el país, en todos los
sentidos, pero muchos panameños (gracias
a Dios no son mayoría) no pensamos en el país y las generaciones futuras de
panameños, vemos con visión de corto plazo, adoramos el juega vivo y la doble
moral. Tristemente, los panameños nos
quedamos cortos para el país maravilloso que tenemos, nuestra sociedad está
enferma y tiene una actitud negativa, en extremo reactiva, en vez de positiva y
pro activa. Necesitamos un cambio
drástico, pronto y democrático (sin alusiones políticas pues no pertenezco y
nunca he pertenecido a ningún partido político). Necesitamos mucha educación y una nueva
mentalidad, especialmente los jóvenes, de quienes es el futuro de Panamá. Todavía hay miles de panameños inconscientes
que botan basura en las calles, así como en los ríos y quebradas, causando
grandes problemas ambientales. En las
oficinas del Estado y en las empresas o en las calles, hay mucha gente
malcriada que no sabe ni siquiera atender u ofrecer una sonrisa amable al
prójimo que los consulta. Hay desalmados
que se roban las tapas de las alcantarillas sin importarles que ese acto
barbárico puede costarle la vida a alguien y, peor aún, fundiciones que les
compran ese material sabiendo su procedencia.
Aún hay políticos panameños que traicionan a la patria y se van al
extranjero a despotricar contra Panamá, en su afán desmedido por acceder al
poder. ¿Qué queremos los panameños para
Panamá?
No hay que temer a la reelección inmediata del Presidente. La
disfrutan los Representantes, los Alcaldes y los Diputados y ¿por qué no puede
tenerla el Presidente de la Nación? Al
final, el pueblo es el que juzga la gestión de un gobierno y decide si merece
darle una nueva oportunidad para continuar su buena labor. Si se permitiera esto en Panamá, sin dudas, el
pueblo volvería a votar por Martinelli. No
es perfecto (solo Dios lo es) y él mismo lo reconoce abierta y humildemente,
pero ha hecho por Panamá más que muchos Presidentes anteriores, juntos, en solo
tres años de gestión (no es necesario hacer una lista de todo lo que ha logrado
y le faltan dos largos años que, se espera, sean igual de fructíferos), pese a
la enorme cantidad de obstáculos que la oposición ha puesto en su camino desde
el mismo inicio de su gestión y que hubiera acabado con los ánimos de cualquier
otro Presidente (se encontraron con la horma de sus zapatos). Obviamente, también en este gobierno hay
funcionarios corruptos, trepadores, inmorales y juega vivo -como en cualquier
gobierno y país- y el Presidente Martinelli no apoya sus acciones pero no
puede evitarlas todas tampoco. Es un
problema social con el que se debe que convivir y tratar de mejorar,
interponiendo todos los filtros y recursos que sean necesarios. Ojalá que antes de finalizar su gestión el
Presidente Martinelli impulse y logre una ley general de salarios e
incentivos laborales por méritos, lo cuál traería mucha equidad social y
pondría a Panamá al nivel de los países más desarrollados y con mayor justicia
social. Esto colocaría al Presidente
Ricardo Martinelli en un sitial muy especial en la historia de nuestra querida
Panamá.