04 junio 2006

Panamá, un pedacito del Edén...

La palabra Panamá es de origen indígena y significa abundancia de peces y mariposas. Y es que este pequeño país de apenas 75,517 kilómetros cuadrados, que se asemeja a la letra S acostada, tiene 2,490 kilómetros lineales de costas, en ambos océanos, que equivale a la sorprendente cifra de 30.32 kilómetros lineales de costa por cada kilómetro cuadrado de superficie. Pocos países en el mundo alcanzan un índice de costas tan elevado y esto se debe a su conformación geográfica/geológica y a lo extremadamente angosto del territorio de este pequeño y hermoso istmo (otra de las bendiciones que le ha regalado la madre naturaleza). Esta asombrosa cantidad de costas es aún mayor si se consideran los territorios insulares que pueblan abundantemente las costas y aguas territoriales panameñas, en ambos océanos. Son cientos las islas e islotes que posee este istmo... Solo para ilustrar, en el paradisíaco Archipiélago de San Blas, en el Océano Atlántico (Mar Caribe), hay 365 islas e islotes, una por cada día del año. De aquí la abundancia y la diversidad de la biota marina de este pequeño pero extraordinario país y su especial vocación marina... En una de esas islas, Coiba (493 kilómetros cuadrados), se localiza uno de los arrecifes coralinos más grandes del Pacífico americano y del mundo, con 135 hectáreas de superficie. Es la isla más grande del Parque Nacional Coiba (en el Golfo de Montijo, frente a las costas de la provincia de Veraguas), considerado un santuario ecológico por biólogos marinos expertos y uno de los sitios más maravillosos del mundo para el avistamiento de ballenas jorobadas, orcas, delfines, rayas, merlines, tiburones, tortugas marinas y otras especies. Este ecosistema marino -tan importante como especial- será declarado, algún día, patrimonio de la humanidad y debe ser conservado y protegido, a toda costa, para el disfrute y estudio por las generaciones futuras de Panamá y del mundo (visite http://www.coibapanama.com).


¿A qué se deben estas características tan excepcionales del istmo de Panamá? Durante muchos millones de años, el norte y el sur del actual Continente Americano se mantuvieron aislados por el mar al no existir un territorio que los uniera. Los mares estaban unidos e intercambiaban sus especies pero, en tierra firme, ocurría cierto grado de especiación entre los territorios del norte y los del sur. Entonces surgió el Istmo de Panamá, de las profundidades del mar, hace poco más o menos 3.5 millones de años, uniendo los territorios del norte y los del sur -culminando la formación del Continente Americano en la llamada "cintura de América"- y permitiendo el intercambio de especies animales y vegetales de tierra firme entre estas dos enormes masas terrestres que habían permanecido y evolucionado aisladamente. Por otro lado, los mares -antes unidos- fueron separados por el istmo, formando las dos grandes masas marinas conocidas hoy como los Océanos Atlántico y Pacífico, promoviéndose la especiación y contribuyendo a un incremento de la biodiversidad marina. La aparición de este puente biológico llamado Panamá resultó, entonces, de un impacto altamente significativo en la biodiversidad y la climatología de América y de todo el planeta.


El Panamá de hoy cuenta con un ferrocarril transístmico para pasajeros y carga contenerizada (inaugurado en 1855), que fué el primer ferrocarril interoceánico del mundo. El istmo ofreció sus entrañas para la construcción del Canal Interoceánico (inaugurado en 1914), considerado una de las maravillas de la ingeniería moderna y uno de los íconos que identifican mundialmente la República de Panamá. El pequeño país también cuenta con un oleoducto, además de grandes puertos de contenedores y una de las principales zonas de libre comercio de América y del mundo (la Zona Libre de Colón, en el litoral atlántico), creados para fomentar el comercio mundial en torno al movimiento de carga que transita por el Canal Interoceánico.



La rica biodiversidad de Panamá ha sido motivo para que, durante muchos años, universidades de todo el mundo e instituciones internacionales de investigación, de gran prestigio mundial, hayan convertido el territorio istmeño en un inmenso campo experimental para el estudio de la flora, la fauna, las plantas medicinales, etc.. La Ciudad del Saber (www.cdspanama.org), un conglomerado de universidades, centros de investigación y empresas que opera en Panamá, enmarcado en la filosofía de la gestión del desarrollo sostenible, está tomando cada vez mayor impulso internacional. Como prueba de ello, la ONU apoyó la propuesta panameña (lanzada en el año 2002 en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible, en Johannesburgo, África del Sur), para la creación del Centro Internacional para el Desarrollo Sostenible (CIDES), con sede en este conglomerado.


El país cuenta, además, con numerosas y hermosas playas en ambas costas, diversas zonas ecológicas y una excelente infraestructura de apoyo al turismo, en todas sus facetas, que está en constante y vigoroso crecimiento (resorts, hoteles, una variada gastronomía, la mayor banca de América Latina, la presencia del dólar, entre muchas otras facilidades). La capital del país, la ciudad de Panamá, es una metrópolis moderna y cosmopolita en donde los gustos más exóticos, exigentes o refinados pueden ser satisfechos...


En fin, el país tiene mucho que ofrecer. Es un pedacito del Edén...¡compruébelo!

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