14 enero 2007

Actualidades Panameñas

Retomando el tema del artículo El Proyecto de Ampliación del Canal Interoceánico de Panamá (publicado en este Blog el 20 de mayo de 2006), hay que reconocer que el Pueblo Panameño eligió la mejor opción: darle un voto de confianza al gobierno del Presidente Martín Torrijos para permitir la ampliación de la vía interoceánica a través de la construcción de un tercer carril en las exclusas con capacidad de tránsito para los colosos barcos Post Panamax u otros de mayor envergadura que puedan surgir en los próximos lustros. Felicitaciones al Pueblo Panameño, por tan acertada decisión. Ahora hay que mantenerse vigilantes en torno a la implementación de este mega proyecto, para asegurar que todo (licitaciones, contrataciones, compras, levantamiento de obras, etc.) se efectúe con verdadera transparencia y eficiencia. El gobierno, al mismo tiempo, debe continuar con los planes de modernización de los servicios que ofrece Panamá en torno a las operaciones del canal (construcción y administración eficiente de mega puertos, promoción y ampliación de la Zona Libre de Colón, adecuación y ampliación del abanderamiento de naves, desarrollo del turismo, etc.), para obtener la mayor ventaja y desarrollo posibles de la principal empresa nacional.

Dos temas de dolorosa actualidad en Panamá son el del transporte y el de la salud: 1) el incendio del bus que cobró la vida de dieciocho ciudadanos y 2) las más de cincuenta víctimas mortales (cifra que podría incrementarse como resultado de investigaciones que están en curso) ocurridas por consumo de varios tipos de “medicamentos” (el término venenos sería más correcto) producidos en el Laboratorio de la Caja del Seguro Social que contenían una sustancia tóxica (dietilenglicol) suministrada (¿criminalmente o por ignorancia?) por una empresa privada abastecedora de materias primas y recibida y utilizada negligentemente por los administradores y técnicos del tristemente célebre laboratorio. Estos dos casos son consecuencia de la mentalidad reactiva del panameño (citada en el artículo Consolidación de la Nación Panameña y de la Panameñidad, publicado en este Blog el 24 de julio de 2006): han tenido que ocurrir estas tragedias -que se veían venir en cualquier momento- para que el Gobierno y las Autoridades Nacionales respectivas reaccionaran con decisión y energía, en respuesta a la presión de la ciudadanía en general. Por un lado, se está estudiando la introducción de cambios sustanciales (que todos los ciudadanos esperaban con desesperación) para tener un Sistema de Salud unificado y verdaderamente orientado al servicio de la ciudadanía, abastecido constante y permanentemente con un amplio cuadro de medicamentos de primera calidad y con un sistema moderno que evite que, diariamente, los usuarios del sistema (generalmente los ciudadanos más humildes de Panamá, que son la inmensa mayoría) tengan que someterse a la indignidad de soportar largas esperas en filas kilométricas desde las cuatro de la mañana para tratar de obtener una simple cita médica o que les tomen muestras para análisis de laboratorio. ¿Es esto desidia o falta de capacidad para diseñar un sistema inteligente y justo (aún falta hacer justicia social en relación al alto costo de los medicamentos que los hace inaccesibles a los pobres)? Por otro lado, se están evaluando varias alternativas para establecer un servicio de transporte público eficiente, económico y decoroso para los usuarios de la urbe metropolitana y áreas aledañas para, de una vez por todas, eliminar el pésimo y peligroso sistema actual, ya colapsado desde hace mucho tiempo. Ojalá se logren estos cambios ya que el gobierno tiene todo el apoyo de la ciudadanía. Ojalá que no se trate de otra bravuconada de las Autoridades y que -cuando las cosas se “enfríen”- todo siga igual. Se le haría un grave daño al país.

Panamá está atravesando por un difícil e inestable período de transición entre el subdesarrollo y el desarrollo socioeconómico. Este salto cualicuantitativo requiere que el gobierno de turno y los dos o tres que le sigan planifiquen con luces largas y tomen las decisiones apropiadas de manera oportuna (minimizar el desempleo, lograr una buena distribución de las riquezas, reformar el sistema educativo para formar jóvenes y profesionales con la actitud, visión y preparación necesarias para intervenir con éxito en el competitivo mundo globalizado de hoy, lograr la estabilidad del Servidor Público mediante la implementación de la Carrera Administrativa y la Ley General de Salarios e Incentivos Salariales, lograr la modernización y verdadera socialización del Sistema de Salud Pública, desarrollar el turismo y sus sistemas de apoyo, adecuar la Constitución y las leyes, etc.). Hay mucho por hacer y puede lograrse si existe un genuino interés por el progreso del país, la valentía y voluntad política necesarias para afrontar estos retos y un verdadero amor por la Patria…

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