02 junio 2006

La Sociedad del Conocimiento

La descomposición social que impera en la actualidad es una evidencia palpable de que algo no anda bien en el mundo. Vivimos en una época tan conflictiva y tan confusa en la que nadie sabe a qué atenerse...



Las razones y las dimensiones de esta triste realidad varían de país en país, de región en región, de continente en continente. En algunos países es por la pobreza, la ignorancia y la falta de oportunidades; en otros, porque todavía domina el imperio de la inequidad y la injusticia por la falta de evolución social; hay países donde el problema radica en el fanatismo y la intolerancia religiosa; otros quieren mantener su dominancia económica y/o militar sin importarles a quién tengan que pisotear o destruir para lograrlo. En fin, el mundo está desquiciado y no es, precisamente, debido a los tiempos "modernos". Lo ha estado desde tiempos inmemoriales pues el ser humano siempre ha girado en torno al poder y la riqueza, condición que es imperante cambiar...



En el tiempo actual (y, con mayor intensidad, desde el siglo 20), el estado caótico del mundo está siendo monitoreado y documentado minuto a minuto a través de los medios masivos de comunicación, principalmente la radio, la telefonía, la televisión por satélite y el Internet. El hombre y la mujer de hoy pueden observar y ser testigos de los acontecimientos mundiales, casi en tiempo real, desde los asientos de sus casas, en sus oficinas o en sus sitios de reunión preferidos, gracias a la magia de la televisión. Por otro lado, el Internet también ha contribuido a la eliminación de las fronteras y a poner a disposición del usuario toneladas de información, histórica o actualizada, sobre los hechos de mayor relevancia mundial.



Por ejemplo, al sintonizar un canal noticioso de la televisión por cable o satélite, el televidente tiene la impresión de que el mundo entero está por estallar, por colapsar. Guerras, guerrilla, terrorismo, secuestros, pobreza extrema, hambrunas, enfermedades emergentes, terremotos, tsunamis, huracanes, inundaciones, escándalos políticos y sociales, colapsos económicos, corrupción. Éstas son las informaciones que predominan en los medios noticiosos. Todo parece estar en estado de caos o de coma, como si no hubieran noticias alentadoras e inspiradoras que informar.



Antes de la invención del telégrafo, la telefonía, la navegación aérea y la radio, cuando aún estaban lejos la televisión, los satélites y el Internet, las noticias se difundían muy lentamente. Las personas se enteraban de los sucesos importantes, meses o días después de haber ocurrido los hechos. La capacidad de reacción y de respuesta eran muy bajas, por el factor sorpresa o por extemporáneas. Hoy día es posible predecir y seguir la ruta de un huracán y prevenir a los poblados o ciudades que estén a lo largo de su trayectoria, para salvar vidas. También es posible que personas ubicadas en distintas partes del mundo puedan realizar una conferencia electrónica simultánea, con sonido e imágenes, en tiempo real. Es posible ver, en el mismo momento en que ocurre, la erupción de un volcán que está activo en algún alejado rincón del planeta. Un educador podría alfabetizar o instruir a educandos (niños o adultos) que vivan en áreas remotas de difícil acceso, ubicadas a miles de kilómetros, por medio de la televisión satelital. Con el Google Earth podemos observar, analizar y guardar imágenes digitalizadas de cualquier lugar del mundo, de alta resolución y en tiempo real, desde cualquier PC conectada al Internet. Incluso, podemos ver imágenes en tiempo casi real (con una diferencia de pocos minutos) de la superficie de Marte o Júpiter, enviadas a la Tierra por las sondas espaciales. Ya no existen las fronteras ni las distancias...



Que el lector piense por un momento: en la batalla por Kadesh, ¿habría derrotado el gran faraón egipcio Ramsés II a sus aguerridos enemigos los Hunos, de haber existido esta tecnología? ¿Qué habría sucedido si en tiempos de las conquistas de Alejandro Magno o Napoleón Bonaparte se hubiera contado con esta avanzada tecnología? ¿Cuál habría sido el desenlace final de aplicar esta tecnología en el tiempo de las Cruzadas? ¿Habría arrivado Cristóbal Colón a las costas de Asia en lugar de América? Quizás la historia de la humanidad y los tiempos actuales no serían los que ahora conocemos...



Las tecnologías de la comunicación, la informática y el ciberespacio han cambiado al mundo dramáticamente. Le han dado más brillo, más intensidad, más dinamismo, más profundidad y, al mismo tiempo, más transparencia. Entre los avances científicos y tecnológicos de mayor impacto en toda la historia de la humanidad, estos se cuentan entre los primeros...



El hombre y la mujer de hoy todavía no han logrado asimilar los grandes y veloces cambios que, a todos los niveles de la actividad humana, han provocado estas tecnologías en la sociedad moderna. De ahí su enorme confusión y desasociego. ¿Cómo almacenar, organizar, utilizar, difundir y aprovechar esta ingente cantidad de información, dándole sentido, para beneficio de toda la raza humana? ¿Qué debemos hacer para que el ser humano no se convierta en víctima de su propio desarrollo tecnológico? La sociedad del conocimiento que está en vigencia necesita hacer un alto para encontrar las respuestas a estas y otras preguntas...

1 comentario:

jovialiste dijo...

Disculpa que disienta algo; pero medido a escala sideral este planeta está muy atrasado.