27 abril 2007

Ocean Embassy Panamá: parque marino para entretenimiento, investigación, protección y conservación del delfín (Tursiops truncatus)

La República de Panamá será, próximamente, una de las pocas en América Latina en poseer un parque marino para entretenimiento y estudios científicos. Una empresa estadounidense, conocida internacionalmente, ha seleccionado este país para la construcción del citado parque marino, con una inversión multimillonaria que traerá atractivo turístico y progreso al sitio de la ubicación física y al país entero. La escogencia de Panamá para esta excelente inversión no es casual. Este pequeño país, de poco más de 3 millones de habitantes, no es conocido solamente por el famoso Canal de Panamá, como la cuna de grandes campeones del boxeo profesional, como el país de los mejores jinetes de caballos de carrera del mundo o el país de origen de grandes jugadores del beisbol de Grandes Ligas; también, es conocido mundialmente por su rica biodiversidad de especies marinas y terrestres que hacen que su territorio sea un sitio muy hermoso y especial.

Recientemente, la empresa Ocean Embassy, con sede en el estado de Florida, Estados Unidos, adquirió unas 600 hectáreas de terrenos en el litoral pacífico, en la playa conocida como Playa Corona, en San Carlos. La empresa planea la construcción, en esta magnífica playa, de un parque marino, oceanario, delfinario, o como quiera llamársele, con una inversión de unos 300 millones de Balboas en un período de siete a diez años. Las proyecciones indican que, en este período de tiempo, se generarán alrededor de 400 empleos que favorecerán a panameños de San Carlos y áreas aledañas, panameños que quizás, en la actualidad, están desempleados o ganando salarios que no les permiten sostener adecuadamente a sus familias ni vestir o comprar los útiles escolares a sus hijos, sin que a nadie le importe un pepino.

Al visitar la página electrónica de la empresa Ocean Embassy (http://www.oceanembassy.com) el lector se percatará que este es un grupo científico - empresarial muy serio y de gran trayectoria en la oceanografía, que se dedica al negocio del entretenimiento a través de la construcción y administración de parques marinos. Pero no solo se dedican al entretenimiento con delfines y otras especies marinas pues también realizan investigaciones serias, trabajos de conservación y trabajos de reproducción, en beneficio de las especies en las cuales están interesados.

El único modo de lograr avances en el conocimiento y el desarrollo de la humanidad es mediante la investigación. El proyecto de Ocean Embassy Panamá (OEP) incluye, durante sus dos fases de ejecución programadas, la creación de un instituto de investigaciones sin fines de lucro, así como de un centro de rescate y rehabilitación para delfines y otras especies marinas en peligro de muerte por enfermedades o accidentes, todo bajo una estricta óptica conservacionista. Esto le daría a Panamá nombre y prestigio en la oceanografía mundial. Además, ¿cómo entender y aprender de estas increíbles y bellas criaturas que son los delfines si no es a través de la investigación? ¿Cómo poder conocer el tratamiento y cura de las enfermedades que aquejan a estos maravillosos e inteligentes mamíferos marinos? ¿Cómo dilucidar las claves de su inteligencia, de su capacidad de aprendizaje y de sus mecanismos de comunicación, que podrían significar grandes avances para la raza humana? ¿Cómo se podría decodificar el genoma de estas sorprendentes criaturas, lo que ayudaría a su cuido y conservación? ¿Cómo entender los mecanismos de su reproducción para salvaguardar la especie de la depredación y extinción? ¿Cómo entender la atracción y simpatía que sienten los encantadores delfines por los seres humanos y los beneficios que esto representa en el tratamiento de distintas patologías psico somáticas que nos afectan? La generación de todo este acervo de conocimientos no puede ser inventada y, tampoco, caerá del cielo. Requiere del estudio, de la investigación y de la inversión de grandes sumas de dinero en este proceso.

Para todos estos fines, OEP requerirá la captura de unos 16 delfines por año, durante unos 5 años, para un total de 80, según el reportaje de la periodista Carmen Arias, en su artículo del 4 de abril de 2007, en el diario Panamá América. Supóngase que el número de especímenes requeridos sea aún mayor, significativamente mayor. ¿Cuál es el problema? El objetivo de las capturas no es el asesinato, es el estudio, la comprensión y la conservación de estas criaturas -por su propio bien, el del equilibrio de la cadena alimenticia a la que pertenecen y su futuro en el planeta- así como para el entretenimiento y sano esparcimiento de turistas y pacientes locales y extranjeros. Con el fin de autorizar, regular y fiscalizar estas capturas, y luego de una consulta que incluyó expertos en el tema, fueron elaboradas las Resoluciones No. 1 y 2, que norman, respectivamente, el avistamiento y la captura de mamíferos marinos para cautiverio, en la República de Panamá, promulgadas en la Gaceta Oficial No. 25, 731, de 29 de enero de 2007 (http://www.gacetaoficial.gob.pa). De este modo, se dispone de un instrumento legal que garantiza la protección y conservación de las especies marinas involucradas y regula su uso para los fines estrictamente prescritos.

Sería muy interesante echar un vistazo a las estadísticas internacionales relacionadas con la captura y muerte accidental e intencional (caza comercial legal) de delfines. Las cifras son apabullantes y desgarradoras, por el orden de un millón de delfines muertos en los últimos 21 años (un promedio anual de casi 48 mil). Se sugiere al lector que visite el portal de Ocean Embassy o, si se piensa que la información puede haber sido manipulada, que navegue en la Internet donde, en cuestión de pocos minutos, encontrará miles de citaciones que documentan esta tragedia.

Etimológicamente, se acepta que el vocablo indígena Panamá significa abundancia de peces y mariposas. Sin embargo, el ciudadano panameño promedio carece de una cultura marina, a pesar de vivir rodeado de inmensos y ricos mares, en términos de su diversidad biológica. Solo conoce los delfines y otros mamíferos marinos por referencia, ya sea porque los ha visto muy ocasionalmente en el mar y/o a través de la televisión o el cine. Panamá posee una vocación marina natural de características excepcionales, con cerca de 30.32 kilómetros de costas y playas por kilómetro cuadrado de superficie (incluyendo una respetable cantidad de territorios insulares, entre islas e islotes), en los principales océanos del planeta: Atlántico y Pacífico (ver Panamá, un pedacito del Edén, publicado en este Blog el 4 de junio de 2006).

Este proyecto viene a llenar un inmenso vacío en un país como Panamá, dotado de estas singularidades, dignas de ser puestas a disposición para su uso racional y para ser compartidas y disfrutadas por las actuales y futuras generaciones del mundo. Si esta actividad representa un negocio o un modus vivendi para la empresa Ocean Embassy, esto no debe preocuparnos, siempre que se cumplan las leyes vigentes que la regulan y garantizan un uso sostenible de los recursos marinos. No cualquier empresa, nacional o extranjera, tiene la capacidad económica y el know how para realizar un proyecto de esta envergadura y alcance. Lo más importante son los beneficios (científicos, económicos, sociales y el conocimiento, protección y conservación de los mamíferos marinos) que se derivan de su ejecución. Hay que respaldar moralmente esta iniciativa privada y felicitar al gobierno de turno por apoyar este tipo de proyectos que fortalecen el presente y amplían los horizontes futuros del país, desde el ángulo que se analicen.

Y, como ocurre siempre en todas las sociedades y actividades del ser humano, hay personas a favor y en contra de este proyecto. Los dos bandos tienen todo el derecho de asumir sus posiciones pues Panamá, gracias a Dios, es un país libre, democrático y civilizado. Entre los detractores se distinguen dos tipos: aquellos con y aquellos sin malas intenciones. Los detractores insinceros o con malas intenciones tienen intereses ajenos o contrarios al bienestar de Panamá. Esperan, con ansias, que el proyecto sea clausurado, por razones de índole diversa: politiquera (malos panameños y panameñas), por intereses comerciales (de otros desarrollos turísticos de la vertiente pacífica, por ejemplo) o porque desean que el proyecto se traslade y favorezca a otro país (no sería la primera vez que esto sucede en Panamá pues, con frecuencia, no leemos entre líneas), más que por razones de peso (hasta el momento no se ha esgrimido ninguna). Entre los detractores sinceros, que no están animados por razones aviesas, están los ecólogos fundamentalistas, por disciplina o afición, que defienden, a ultranza, la vuelta al estado natural, aún en contra del bienestar y el progreso que puedan generarse mediante el uso racional de los recursos naturales, a través de la concienciación, la educación, la planificación y la creación e implementación de leyes apropiadas para su seguimiento y fiscalización. Esta posición representa la negación al progreso de la humanidad y, en este caso particular, de Panamá y los panameños. Plantea el retorno al primitivismo puro, en un mundo tan dinámico y competitivo como el actual, en que la ciencia, la tecnología y la innovación han permitido que el hombre y la naturaleza puedan convivir en perfecta armonía sin llegar a esos extremos aberrantes. Panamá quedaría aislada e irremediablemente rezagada con tan obscura y retrógrada filosofía. Desde ya habría que comenzar por prohibir los animales y mascotas domésticos, las carreras de caballos, el ordeño de los bovinos y caprinos lecheros, la crianza de aves y ganado, y un bien largo etcétera.

¡Repudiemos el mal uso y el abuso pero seamos consecuentes con el bienestar y progreso de Panamá y sus habitantes a través del uso racional y sostenible de los recursos naturales! Demos un rotundo si al progreso basado en el desarrollo científico - técnico que se logra sin comprometer la base de recursos de la biosfera. Este es el caso del proyecto de Ocean Embassy Panamá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Good Morning Eric -

We read with great pleasure, your blog posted on your excellent website.
This information precisely reflects our intentions and the issues
surrounding the development of this important project. Like our detractors,
we are also here to defend dolphins, but with real solutions, real science
and real education that saves animal's lives. The detractors offer no
solutions, and leave behind nothing but frustration.

We wish to personally thank you for your excellent writing and framing of
the real issues. By far, this is the most important article I have read.

Very Best Regards,


Ted Turner
Vice President
Ocean Embassy Panama